Descripción
Características:
Lámina de gran calidad y acabado mate, impresa en papel de alta durabilidad.
– Grosor del papel: 0,26 mm (10.3 mil).
– Peso del papel: 189 g/m² (5.57 oz/y²)
– Calidad de impresión Giclée.
– Opacidad: 94%
Sobre la obra:
Título: Nocturnal.
Significado:
En la escena vemos dos animales, un coyote y un cuervo, ambos representan el arquetipo del trickster,
el arquetipo del dios bromista, burlón, el que engaña al héroe o al dios normativo, saltándose las reglas
establecidas o convencionales, tiene que ver con el simbolismo del diablo. El cuervo, el coyote, la
serpiente, el conejo… Son animales vinculados a este tipo de mitos. Un famoso ejemplo de esta
personalidad sería el dios Loki de la mitología nórdica.
Tanto el coyote como el cuervo se vinculan con la noche, el momento de lo oculto y de lo que engaña a
la vista. También se vinculan con la creación del mundo y de los hombres, como en la mitología Inuit de
Alaska, donde el cuervo es el creador del mundo o en uno de los mitos de las culturas nativas de América
del Norte, donde el coyote es el creador de los humanos, algo que sucede al patear una bola de barro. Esto
es curiosamente parecido a la mitología cristiana, donde dios con su aliento, con su aire, transforma e insufla
vida al polvo, a la tierra, al barro, creando al primer hombre, Adán.
“Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue
el hombre un ser viviente” (Génesis 2:7)
El trickster puede parecer, especialmente desde la cultura de los dioses del desierto, los dioses de la rama judaica,
donde solo hay uno, un ser maligno, que rompe la norma y lo que debe ser, pero ahí reside precisamente su fuerza.
Es el que altera el orden, el que trae el caos y por lo tanto la novedad y el conocimiento desde el conflicto, desde lo
desconocido. Elementos que son necesarios para la transformación de lo anterior, de lo viejo. Es un rupturista de lo
estático y de lo anticuado.
En el suelo podemos observar una pluma y un diamante. La pluma representa el elemento aire, tiene
que ver con lo espiritual y lo liviano. El diamante se vincula con el Self (el sí mismo), la iluminación y la
completitud espiritual.
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